"La vida es un largo río tranquilo", ¡como dice irónicamente Etienne Chatilliez!
El soporte técnico es una excelente ilustración: es una actividad que ofrece aspectos muy diferentes, a veces simpáticos, a veces muy incompatibles pero siempre variados.
Veamos el caso de Ana (el nombre ha sido modificado), una de nuestras encantadoras usuarias. Ana comienza el comercio en línea, muy seguido recurre (con cortesía) al soporte que es normal: su sitio web se ha mejorado arquitecturalmente y como ahora es atractivo decidimos solicitarle un testimonio sobre el uso de nuestra plataforma. Su sitios web es guapo, las ventas crecen, hasta aquí, ¡todo va bien!
Pero antes de invitar a esta deliciosa persona a redactar un pequeño testimonio, exploramos la Red en busca de vínculos que dirijan hacia su sitio web: para nosotros el posicionamiento de nuestros clientes es importante, tanto en términos de calidad que de cantidad.
Es entonces que Ana se revela menos simpática: no es Anna Jekyll o Anna Hyde ¡pero hay similitudes! Las conversaciones de Ana con el soporte Oxatis son copiadas in extenso en un foro, combinadas con comentarios no siempre benévolos o con solicitudes trincadas de comprobaciones por parte de los contribuidores, los dictamines de nuestros técnicos son criticados sin explicación fundada ("parece que", calificativos difamatorios, etc.), los procesos aplicados en Oxatis (por ejemplo en cuanto a los pagos) son cuestionados mientras que son empleados sin obstáculo por cientos de transacciones mensuales y validados por expertos contables, juristas o erarios.
Ahí donde el amor hiere, fue cuando pedimos una explicación honesta (todo el mundo puede equivocarse) de Ana quien se mantuvo sin darnos una respuesta aceptable: ni excusas, ni comprensión de los reproches expuestos con delicadeza (ya que no recurrimos a la indecencia). Parase que la guapa hubiese abusado de su encanto o de un fingimiento de ignorancia con el soporte Oxatis y con miembros del foro, ellos mismos, contribuyeron involuntariamente al éxito de su sitio web.
Este tipo de eventos es raro pero salubre. Nos pone las ideas en su lugar:
- Sí, ayudamos inalterablemente en todas sus dificultades. Es una línea de conducta que nos imponemos y que impone su confianza.
- No, la ayuda obtenida no sobrepasa nuestro marco de competencias y no debería hacerle perder su sentido de responsabilidad al los más asistidos: ser comerciante ya es un compromiso de adulto.
No esperamos nada a cambio de los esfuerzos hechos, solo la satisfacción de nuestros clientes: ellos nos gratifican correctamente, ¡en general! Sin importar quien sea les agradecemos calurosamente.
Moraleja: "¡La vida no es largo río tranquilo, pero un poco de rafting hace bien de ven en cuando!" con mis disculpas a Etienne Chatilliez por la alteración :)