En las últimas semanas hemos visto cómo los pueblos de Europa tienen comportamientos diferentes en términos de disciplina fiscal, entre otros.
Estas diferencias de comportamiento también son evidentes en el panorama del comercio electrónico.
El día de ayer estuve en Milán, donde asistí a al forum NetCom 2010.
Aprovecho esta oportunidad para destacar la excelente conferencia de Jacques-Antoine Granjon, fundador de Vente-Privée, quien puso de relieve la superioridad de la aventura empresarial detrás de cada e-comerciante, pequeño o (muy) grande, además ha sabido analizar muy bien el comportamiento de los compradores franceses, alemanes, españoles, ingleses e Italianos, ganándose durante 20 minuto la simpatía y admiración de la audiencia.
Pero vuelvo al tema de hoy. Durante años, me encuentro analizando los mercados en los que estamos presentes, en donde se requiere de 4 claves principales:
- Infraestructura informática de las empresas y hogares
- Acceso a Internet, especialmente la banda ancha
- "Los servicios bancarios", y en particular el porcentaje de personas con una tarjeta de crédito
- Calidad de los servicios de transporte urgente y económico
Estos cuatro factores han sido siempre para mí la clave principal para alcanzar una buena penetración del comercio electrónico en un país.
Aún tengo presente un incidente que me ocurrió en 1996 (sí, en ese entonces el Comercio online ya existía).
En esa época, mi empresa, una especie de antepasado de Oxatis donde 5 colaboradores de ese tiempo trabajan ahora en Oxatis, comercializábamos componentes de software en más de 40 países, herramientas empleadas por los ingenieros para programar más rápido.
Teníamos un modelo de comercialización tradicional. En cada país, se estableció un distribuidor para vender las herramientas de Microsoft, los compiladores Borland y los productos de Computer Associate. El modelo de negocio era simple: nosotros pagábamos publicidad en una página de un catálogo en papel y ellos compraban un stock de productos que luego vendían. En resumen, el tipo de distribución clásica. Y un día a las 23:30 mi asociado de EEUU me dice "Necesitamos una página web". Respondí sin mucho interés porque vi ante todo un gasto y no realmente un nuevo canal de venta, además ya era tarde. Pero al día siguiente empezamos a crear una página web, simple, con un formulario de pedido (lo cual nos llevó varios días).
Dos años más tarde, en 1998, la página web había reemplazado nuestra red de distribución. Todos los programadores, franceses, europeos, brasileños, rusos, taiwaneses ... comprar directamente desde Internet. Si observamos bien, las cuatro llaves se encontraban dentro de las cerraduras correspondientes. Cada programador tenía un PC, acceso a Internet a través de CompuServe, imprimían lo hoja de pedido, la enviaban por fax con su número de tarjeta de crédito sin miedo, y el envío... consistía sólo en una descarga!
Seguramente comprenden mejor por qué desde hace 15 años intento facilitar al mayor número de empresas la oportunidad de entrar en el comercio electrónico.
Pero volvamos a Italia. Desde nuestra llegada en este mercado trato de detectar las 4 llaves con las cuales las personas lograrán abrirá las cerraduras del e-commerce
En cuanto a la infraestructura en números de ordenadores, están por detrás de Francia, la banda ancha aún no está presente (la 3G, está más extendida que en Francia). Los servicios bancarios el 50% de los italianos no tienen tarjeta de crédito (viendo el lado positivo, el 50% tiene una) y en cuanto a el transporte en Italia, quedémonos con el hecho de que es ... el Correo italiano :-)
Así que me conformé con este análisis y me enfureció saber que 4 millones de PYME italianas, sí, hay más PYME en Italia que en Francia, seguirán esperando su entrada al mercado del comercio electrónico.
Será una muy buena sorpresa cuando llegue ese día!
Por información dos tercios de las cifras de negocio realizadas en el mundo, provienen de la venta de productos (del e-Commerce clásico) y una tercera parte de la venta de servicios (descargas, viajes, recarga de teléfonos, entradas para conciertos, etc), en Italia es lo contrario!
El año pasado el comercio electrónico en Italia disminuyo un 2% y esta disminución se debe únicamente a una disminución del 10% del mercado de los viajes, los otros mercados mostraron un aumento.
Y al escuchar atentamente las distintas ponencias, está claro que los clientes italianos no compran muchos ... porque no hay mucho que comprar!
Lo cual me lleva a resumir que tenemos ante nosotros una maravillosa misión. Los italianos son uno de los primeros comerciantes del mundo (después de todo, sus antepasados fueron maestros de internet desde los comienzos del nuevo milenio: el Mar Mediterráneo), son además fantásticos artistas, diseñadores, y empresarios excelente.
Sólo falta un pequeño catalizador para que las cosas tomen forma
Oxatis va a apoyaremos!